lunes, 30 de diciembre de 2013

No sé si es adíos o hasta luego...


Por enésima vez aquí me encuentro,(he borrado otros cuchumil intentos) redactando palabras que se llevará el viento, escribiéndote una carta que nunca será enviada, que nunca será vista, que nunca verás tú, aunque quisiera que la vieras, que sepas que hay cosas que se dan sin darlas, sin hecho ni palabras, cosas que se entregan con la primera sonrisa, cosas que pasan de principios, cosas que solo el corazón las entiende, porque la razón es muy terca para hacerse la entendida. 

Tal vez lo entienden las lagrimas, benditos sentimientos cristalinos que se escapan uno a uno, aquí ahora mismo, pero no estás y caen, rebotan en el silencio de mi cuartucho, de estas cuatro paredes que supieron de ti cada noche al nombrarte, que te soñaron conmigo, que se enamoraron conmigo, y si quizás estuvieras, también caerían, pero de alegría porque llenas con tu sonrisa cualquier vacio que se sienta en el pecho. 

Busco asilo en los recuerdos, en las fotos que mientras dormías te tomaba entre risas ahogadas, tratando de no despertarte, para grabar tu cara de ángel en mis ojos verde mar, tengo tantas en mi memoria y mi cuerpo, pero ninguna ocupa el lugar derecho de mi corazón que ocupaban tus besos.

Solo sé que estallo, no hay nudos que soporten un adíos, ni un cielo que aguante por siempre la lluvia, se desprende y no respiro, me ahogo entre tantas palabras que tengo que decirte, pero ya sabes, esta carta no la leerás, pero en pequeños suspiros que quiero anudar a tu cuello, te enteraras que te amé, que te amo y te amaré, ¿pero de que va? , si el amor a veces no funciona, será que viene con defecto de fábrica o soy yo la que no se leer las instrucciones, en algún punto me perdí, en otros suspensivos te perdí a ti.

Yo solo quería una historia de amor, no soy de las que esperan milagros, soy de las que espera que las cosas pasen y ahí es donde me doy cuenta que las cosas solo ocurren una vez, se entregan una vez y solo se reciben una vez. 

 Para mí, las historias de amor son solo historias, son sueños que trataron de hacerse realidad, pero destino, maldito destino tenía otros planes y se salió con la suya. 

Ahora huiré para encontrarme, y me esconderé en mis propias letras, donde sílaba a sílaba dejaré recuerdos de ti…

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