Con que permiso irrumpes en mi vida, desordenando mi desorden
volviendo mas caotico mi existir, me bastaban mis silencios a solas,
mi pensar en todo menos en ti, ya con respirar hondo intentando sacarte de mi pecho
y ahora te estaciones aqui en mi lado izquierdo.
suficientes eran las horas frias de la noche, las tenia y eran solo mias

gracias por volver soledad.